El Magreb, Mediterráneo y Oriente Próximo, nuestro espacio de vecindad hacia el sur, es una región prioritaria para la acción exterior de España. Los efectos de las actuales dinámicas globales, así como sus propias transformaciones internas, están generando oportunidades y desafíos en la región. Ante ellos, España establece como objetivos en ese ámbito geográfico el refuerzo de las relaciones bilaterales, la estabilidad y el progreso de la región, a través una mayor cooperación regional, así como la resolución de los conflictos existentes.
Magreb
Integrada por Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia, esta región del norte de África es estratégica para España por su proximidad geográfica, su vinculación histórica y el gran volumen de intercambios humanos, económicos y culturales que se producen con nuestro país, así como por la importante presencia de población magrebí en España.
España, vecina.
Nuestro país ha suscrito tratados de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con todos los Estados de la región, con la excepción de Libia. Sobre esa base, el diálogo político se vehicula a través de las Reuniones de Alto Nivel, de las que se han celebrado doce con Marruecos, ocho con Túnez, siete con Argelia y próximamente tendrá lugar la primera con Mauritania. Además, España pretende reforzar las iniciativas de diplomacia económica, parlamentaria, científica, climática y cultural.
Reunión plenaria de las delegaciones de los Gobiernos español y marroquí en 2023 | Pool Moncloa/Fernando Calvo
España, socia.
El volumen de intercambios comerciales con el Magreb asciende a unos 33.000 millones de euros anuales. España es, desde 2012, el primer socio comercial de Marruecos que, a su vez, es el primer destino africano y árabe de las exportaciones españolas, con casi 20.000 empresas españolas operando en el territorio. La relación económica con Argelia es particularmente relevante en el sector energético, pues suministra más de una cuarta parte del gas natural que importa España.
El reto migratorio.
La seguridad en la región y el flujo de movimientos migratorios constituyen un desafío compartido por España, la Unión Europea y los países del Magreb. Desde hace más de una década, España desarrolla un enfoque integral en materia migratoria en estrecha colaboración con Marruecos, Argelia y Mauritania, países de origen o de tránsito de los tráficos irregulares que afectan a nuestro país en el Mediterráneo Occidental y el Atlántico. España defiende una migración regular, ordenada y segura.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la República Islámica de Mauritania, Mohammed Cheikh El Ghazouani, comparecen en 2024. (Pool Moncloa/Fernando Calvo )
Cooperación activa.
España promueve un mayor acercamiento de la Unión Europea a los países del Magreb y un refuerzo y desarrollo de la Política Europea de Vecindad en esta región. La Cooperación Española está presente en todos los países magrebíes con proyectos y Oficinas Técnicas de Cooperación. Fomenta el desarrollo sostenible a través de instrumentos de cooperación técnica y financiera y tiene un papel de liderazgo en el suministro de ayuda de emergencia frente a catástrofes.
Multilateralismo.
La cooperación con el Magreb también se refuerza a través de procesos de cooperación regional como la Unión por el Mediterráneo (UpM) y el Foro de Diálogo del Mediterráneo Occidental o “Diálogo 5+5”, que han favorecido la consulta política y la cooperación sectorial entre las dos riberas del Mediterráneo.
Oriente Próximo
Integrado por Arabia Saudí, Bahréin, Catar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Irán, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Siria y Yemen, se trata igualmente de un área de especial importancia para España, con la que se han fortalecido considerablemente las relaciones políticas, económicas y culturales en los últimos años.
El reto de la estabilidad.
La situación en la región se encuentra marcada por conflictos latentes como el de Siria y Yemen, la lucha frente a reductos de DAESH en Irak y Siria o la competencia por el liderazgo. Los atentados de Hamas del 7 de octubre de 2023 reactivaron el longevo conflicto entre Israel y Palestina y provocaron su extensión al Líbano, y el aumento de la tensión regional.
España se ha involucrado activamente en su resolución desde la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 y sigue intentando contribuir de manera constructiva, tanto en el seno de la Unión Europea como bilateralmente, apoyando la materialización de la solución de los dos Estados. Para ello, ha realizado el reconocimiento del Estado de Palestina el 28 de mayo de 2024, lanzado iniciativas como la Reunión de Madrid de 13 de septiembre de 2024, y participado en todas las iniciativas multilaterales a tal efecto, como la Alianza Global para la Solución de Dos Estados, lanzada en Nueva York el 26 de septiembre de 2024.
España apoya la estabilidad del Líbano y la aplicación íntegra de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad. Prueba de ello es la participación ininterrumpida desde 2006 en la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), que constituye su mayor despliegue en una operación de mantenimiento de la paz.
I Reunión Intergubernamental España – Palestina en noviembre de 2024. | Pool Moncloa/Fernando Calvo
Relaciones económicas fuertes.
Desde una perspectiva económica, España mantiene excelentes relaciones con los países del Golfo. Empresas españolas han ejecutado proyectos emblemáticos, fundamentalmente en materia de infraestructuras -como por ejemplo el tren de alta velocidad que une las ciudades de Medina, Yedda y La Meca (Arabia Saudí)-, pero también de ocio y cultura. Las relaciones bilaterales con los Estados del Golfo se han elevado al nivel estratégico, con Emiratos Árabes Unidos y Qatar.
Herencia cultural.
El deseo de acercamiento entre España y los países del Magreb y de Oriente Próximo no puede prescindir de la vertiente cultural. En este ámbito, la activa política de nuestras Embajadas en la región, la iniciativa de los centros del Instituto Cervantes y las actividades de la Casa Árabe, el Centro Sefarad Israel y la Casa Mediterráneo, facilitan el entendimiento y la confianza mutua y el acercamiento entre sociedades.